Ánima: un thriller perfumado en terror y tragedia, un poema justiciero, una conmovedora fábula. Mouawad se salta los ejes del cuento clásico y entrega al reino animal, representado en sus numerosas especies, el peso de la voz omnisciente. Quedan los hombres reducidos a la condición de simples actores y sometidos a una feroz disección animal que acaba por desnudar la verdadera naturaleza humana.

Leí Ánima poco después de su publicación. Dos fueron las consecuencias y las dos en forma de obsesión. La primera, afortunadamente, duró poco. Me sentía espiado, vigilado, escrutado por cuantos animales aparecían a mi alrededor, especialmente los mas pequeños. Era duro sentirse intimidado por un insecto.

La segunda, afortunadamente, dura hasta hoy. Abordar un proceso de creación que acabara de convertir un material literario tan bello en un espectáculo teatral. Un espectáculo que respetara la exuberancia del relato y el enigmático puzle de convenciones sobre el que se va construyendo la historia. Todas las situaciones son poderosas. Solo hay que saber mirarlas bajo la cruda luz.

Apostar por la creación, cuando es colectiva, significa saber escoger a tus compañeros de odisea. Solo aquellos que prefieren conquistar una experiencia antes que un resultado. Eso debería ser siempre el teatro: experiencia.

He tenido la fortuna de estar rodeado de un equipo de colaboradores y creadores a la altura del desafío. He tenido la fortuna de contar con un elenco de once actores tan jóvenes como valientes. Tan sólidos como inefables.

Juan Codina